¿Quién es el tal Lufloro Panadero?, ¿acaso lo ñero no es consecuencia de lo barroco?, ¿qué es lo ñero? Si buscamos en internet aparece: "que es vulgar y no tiene educación". Aunque al poeta se le tache de vulgar, como a los ñeros, cuestión inevitable en la violencia que ejerce sobre la palabra dentro de una forma clásica, puedo afirmar en cambio que Lufloro Panadero sí tiene educación, aunque apenas, dicen, acabó la secundaria. Para crear una expresión tan compleja como el albur, por ejemplo, el ñero tuvo que asumir una educación particular, empírica y de muchas generaciones que, como Lufloro, violenta la palabra para asumirla como identidad de sí mismos. De tal forma, el poeta logra vivirse ñero para darle identidad a su expresión y encontrar la sátira de la vida cotidiana tan falsa en sus costumbres y tan ñera en sus amores. ¿Podría imaginarse acaso Francesco Petrarca endecasílabos como estos?: "yo sí te quiero cucharear, sabrosa/ y compartirte mi morir pequeño". Lo dudamos, pero en México ya nos habíamos tardado entre el albur y la poesía satírica que se ha hecho desde el siglo xx . Estos cincuenta sonetos nos invitan a reír y a reír y a valorar la jerga cotidiana como un signo de nuestra identidad poética con propensión a las carcajadas.