Su mecanismo de composición no sería difícil de imaginar. Kozer se sienta en frente de su computadora a eso de las ocho, las nueve de la mañana, y al momento de posar los dedos sobre el teclado empieza a concebir el poema.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1999. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.