La muerte chiquita recoge gran parte de la ficción mínima macabra de Miguel Lupián. Microrrelatos de un suspiro, historias brevísimas que juegan con el dolor, con el miedo. Con lo malsano, con lo oscuro. Relatos que sobrecogen y que revuelven las tripas. Horror, pero también placer culpable, dudas, venganzas. La muerte chiquita ofrece más de un centenar de pequeñas píldoras desagradables, de esas que cuesta tragar pero que, cuando lo haces, descubres que ha merecido la pena y sonríes agradecido. Un libro que invita a ser degustado, a ser leído varias veces.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2014. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.