Luz y cadencia, de Giorgio Lavezzaro (México, D.F., 1985), es sin duda una entrega más precisa, más elocuente y evolucionada, del sentir poético del autor. Si bien, sus gritos elementales son el primer esbozo en esta filigrana versil que ha elaborado a punta de tinta y a raíz de sentimiento, vale la pena adentrarse en la luz y descubrir verso a verso la cadencia en la que Giorgio ha instaurado su poética actual, donde los elementos —tierra, fuego, aire, agua— son piezas claves en el desarrollo del poemario como tal; del mismo modo, colores primarios y notas cardinales se circunscriben al canon del poemario; otra constante en esta obra es la utilización del recurso de la línea divida, tal figura hace que Luz y cadencia tenga un sutil destello de originalidad, sobre todo por el despliegue de voces que puede generar en su lectura. La obra aquí impresa hace gala del ingenio, así como del compromiso que Lavezzaro ha adquirido con la literatura.