Pocas veces uno experimenta como en esta poesía la sensación de que ella es un escenario donde se está representando el fulgor íntimo y a la vez cósmico de la existencia de un solo ser humano: de la poeta, haciéndonos entender de nuevo que sólo el arte es capaz de otorgarle a los hechos la piedad que ellos en sí mismos jamás tienen y que, por ende, sólo él puede en parte corregir la experiencia y darnos la posibilidad de un relato redimido. La obra de Valerie Mejer nos muestra permanentemente esa posibilidad, de allí parte, pero sólo parte, de su grandeza y verdad.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2013. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.