NADA NOS ES DADO SINO EL DAR
hasta ser plena nada.
Y como aquellas nubes
vamos siendo polvo de los cielos, carne de las piedras.
Una lectura a orillas del río. Abraham Peralta Vélez es de los jóvenes escasos: prueba con rigor discreto las formas y persigue una poética natural. No significa privación de esfuerzo, sino una danza que se hace sin aparentarlo. Él es poeta de lo sutil, corroborable en las formas acosadas en Retuerce el pez. Cultivado también en el arte de la contemplación, nos da la naturalidad del diálogo entre lo contemplado y su interiorización: el haikú nos
impresiona y devuelve en "floral desnudez" como decía Tablada, las trascendencias en la senda del hombre, en su presencia fugitiva. Editor además, goza del encanto de un poeta íntegro que degusta, mira, huele, palpa, escucha y escribe el libro. Pasará, no cabe duda, a los poetas entrañables de nuestra lengua.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2016. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.