Poesía y fotografía coinciden en el propósito de detener el tiempo para captar en el espacio aquello que se presentó como un deslumbramiento, y que en el fondo sí lo es. Luz de la poesía, descubierta a veces como accidente, siempre como un milagro. Doble milagro que se unifica y engrandece cuando el fotógrafo y el poeta encontraron en común imágenes que se corresponden.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2011. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.