Entre 1864 y 1867 la realidad mexicana se hace más novelesca que nunca y la historia parece dividirse en dos grandes corrientes. Por un lado, la historia de la república peregrina custodiada por el presidente Benito Juárez y sostenida por los luchadores liberales; por otro, la historia del segundo imperio con Maximiliano y Carlota, príncipes venidos de muy lejos para gobernar un país extraño, rodeados por la flor y nata de los conservadores y mal apoyados por los franceses. Cada corriente tiene sus cronistas y sus bardos. En este libro un joven húsar cuenta la otra historia, aquella que tiene como protagonista a un monarca que soñó con un reinado liberal. El narrador no deja en el tintero las vivas minucias de la vida en la corte imperial, pero su mirada fiel sigue, sobre todo, a la figura del Káiser hasta el momento en que Maximiliano, en su caballo Orispelo, entrega la espada al general Mariano Escobedo. Nos preguntamos si algún día las dos grandes corrientes formarán una sola historia.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1992. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.