Natalia Toledo
«En Juchitán, Oaxaca, los poetas venden fruta e iguanas en el mercado, giran en torno al quiosco del sexo en la eterna ronda del dámelo porque yo te quiero y se esconden tras el tronco de los árboles como Natalia Toledo».
—Elena Poniatowska
La obra
La voz lírica se mueve en un territorio conformado por los sueños, los mitos, las leyendas y la tradición cultural del pueblo zapoteco. Cada poema rescata lo entrañable que hay en su memoria, al tiempo que la confronta; así, reconoce que su identidad es una mixtura entre la tradición y la mirada nueva que la poeta derrama sobre todas las cosas.
La angustia mística, la lamentación por el humano padecer, pero también la reflexión, la oración y la celebración del instante. La exploración de la infancia y la memoria colectiva, formas inseparables de conocimiento. El papel de las mujeres en las culturas indígenas, las costumbres del cortejo y los rituales de unión, la preparación de las niñas para la vida adulta.
Natalia Toledo construye su escritura con arrojo. Sus poemas buscan comprender, establecer diálogos y, al final del día, refundar un destino.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2016. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.