A Juan le gusta mucho caminar por los cerros, por las milpas, por las huertas. Un día se entfermó y tuvo que quedarse en cama todo el día. Parecía que iba a ser muy aburrido hasta que descubrió que sus zapatos tenían vida propia. Después de esa noche, Juan mirará con otros ojos a sus zapatos.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2003. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.