Tres obras de teatro que aparentemente hablan sobre la mujer pero que en realidad exploran sobre toda existencia humana, tanteando entre las paredes que separan sustancia y espejismo, circunstancia y delirio.
Laberinta es el hundimiento en los vagones del inconsciente donde toda experiencia trascendental se topa con su antagonista: un encuentro de mujeres con distintas percepciones de la vida que resultan tener mucho más en común de lo que podrían imaginar.
Tras la pared es la vida de una anciana que, sumergida en la monotonía, escucha a través del muro de su sala la historia de sus vecinos; lo que oye es terrible, reflejo y proyección de su inmediatez.
Y para cerrar, La protagonista que representa la lucha de mujeres actrices dentro de un camerino buscando tener el mejor papel de su vida, en un sentido literal. No obstante, en la disputa van descubriendo que protagonizar una vida es complicado y que los hilos de su propia actuación siempre los dirige a otros.