¿Nuestro cuerpo puede independizarse de nosotros? ¿Cada una de sus partes es capaz de tomar sus decisiones? Eso parece suponer el pie derecho de Pedro: un día decidió dejar de bañarse. Por suerte, el monstruo que le queda por pie parece tener habilidades insospechadas. Quizá no sea tan terrible después de todo...
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2011. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.