Sin embargo, la influencia de la radio y la televisión es fuerte y, salvo honrosas excepciones, sus emisiones no contienen mensajes que promuevan unidad cultural, sino elementos de violencia, nada útiles o acordes con la realidad de San Isidro Buensuceso, cuya población ve a su terruño en el riesgo de convertirse en un rincón miserable y gris —de los tantos que hay en México— y donde la gente ha ido olvidando su raíz indígena. Por otra parte, tampoco puede integrarse adecuadamente al "otro México", inserto en la cultura occidental.
Por ello, surgió la inquietud entre un grupo de amigos de esta comunidad para reproducir en diversos medios nuestras costumbres y nuestra lengua, antes de que se pierdan por completo.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1998. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.