Julieta empezaba a divertirse mucho con su caja. Sentía que con ella podía ver en el papel lo que no tenía delante de sus ojos. Nunca tanta diversión había salido de una humilde caja de colores... Una verdadera lección de creatividad.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1995. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.