La mujer juega un papel esencial dentro de la literatura, tanto de musa inspiradora, como de creadora. En todas las culturas y en todas las épocas encontramos mujeres que expresaron sus más recónditas pasiones y obsesiones a través de la escritura; sin embargo, pocas alcanzaron renombre, muchas quedaron olvidadas, silenciadas por la intolerancia y escasa libertad que existió en el pasado. A pesar de todo, nada ni nadie pudo enmudecer la voz de la mujer, tan necesaria e ¡imprescindible!
En la actualidad la mujer ha dejado de escribir sobre sí misma, se ha apartado de la literatura de confesión, de suspiros y desvelos. En todas partes abundan talleres de creación literaria, talleres de escritura creativa, en diferentes foros se imparten conferencias sobre la escritura femenina, se llevan a cabo encuentros de escritoras, los editores las publican sin prejuicios. Además, el Internet difunde la producción literaria de las mujeres -también los hombres, por supuesto-; abundan sus escritos en blogs, páginas web y redes sociales. Las cuenteras van relatando historias por todas partes. por otro lado, se ha incrementado bastante el número de lectoras.
Considero que la literatura no tiene sexo. Cualquier ser humano puede tomar la pluma como herramienta de labor y lograr una cosecha fecunda. Porque lo importante es crear, imaginar. alzar la voz si es necesario, comprometerse con la calidad, apostar por la originalidad, hacer una literatura que deje huella y que responda a la necesidad de ser, de existir.
