Hasta la cocina es un libro de relatos cortos, de lectura fácil y deleitosa por su amenidad y su materia. Sus verdaderos protagonistas son: a) los ingredientes, recetas y platillos que aparecen a lo largo de la obra; b) la evocación nostálgica y gozosa de los amigos y las fiestas, los fueros de la memoria que rescata sortijas de un naufragio; y c) finalmente, pero no en último término, una fina sensibilidad y erotismo que de una forma u otra impregnan los diferentes personajes y relatos. Campea en los relatos de Librado una pareja bien avenida desde siempre: la mesa y el lecho, Eros y Dioniso, más la obstinada memoria a la busca del tiempo perdido.
Con estos ingredientes, el autor da forma a un guiso: ocho relatos a través de los cuales recrea recuerdos, atmósferas y personajes de su infancia y de su pueblo; las andanzas de un provinciano que se mueve a sus anchas, con algo de pícaro, en la Ciudad de México, o en parajes paradisíacos de Oaxaca, donde amigos autoexiliados de la selva urbana se dan vida de “monarcas polinesios”; finalmente, el regreso a través de la máquina del tiempo a los escenarios de adolescencia y juventud, a los recovecos de una memoria sentimental que no nos abandona nunca, porque como en la vieja canción, real o simbólicamente “uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida”.
Eudoro Fonseca Yerena
Con estos ingredientes, el autor da forma a un guiso: ocho relatos a través de los cuales recrea recuerdos, atmósferas y personajes de su infancia y de su pueblo; las andanzas de un provinciano que se mueve a sus anchas, con algo de pícaro, en la Ciudad de México, o en parajes paradisíacos de Oaxaca, donde amigos autoexiliados de la selva urbana se dan vida de “monarcas polinesios”; finalmente, el regreso a través de la máquina del tiempo a los escenarios de adolescencia y juventud, a los recovecos de una memoria sentimental que no nos abandona nunca, porque como en la vieja canción, real o simbólicamente “uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida”.
Eudoro Fonseca Yerena
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2015. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.