Dedicó muchos años al magisterio, pero lo trascendente es que advirtió la hondura e intensidad de su calidad poética.
Escritores Guerrerenses, A.C. reúne tan singular obra poética y la prosa que comprende: Vigilia en la tierra (1965), Papel para el silencio (1966), Laurel de los amantes (1969), El corazón habitado (1972), Esta es la luz (1973), Arcelia al pie de la tierra (1997), La rama oscura (1998), Están ladrando los perros (cuentos, 1998), La poesía de Jesús Arellano (ensayo, 1969), y quién es Agripino Hernández Avelar (hemerografía).
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1998. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.