Pasen y lean, son los vértigos terribles del amor. El silencio de una madre enferma de la melancolía de los muertos, mientras sus hijas, dos niñas, la hacen escuchar a Sandro. El profesor Julio, inmoderadamente alto, con un libro de Cortázar en las manos, y la joven Alondra, que quiere ser palabra roja para que él la lea. O el amante gato, al que las manos del amado le meten por la boca abierta toda la noche que le cabe. Pasen y lean: tiemblen. Es el vértigo inquietante del amor. Matías Alinovi
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2015. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.