Cecilia y Joaquín o los fantasmas vivos, es una obra realmente conmovedora, ingenua, plena de crueldad y de ternura, liviana y profunda, poética y realista; dualidades que, sin ser funestas, hacen de ella una excelente muestra de que el teatro escrito por autores chihuahuenses goza aún de buena salud. En horabuena por todos nosotros sus lectores/espectadores.
José Luis Domínguez
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2007. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.