por eso este libro, esta acechanza incoherente y desorganizada ya no te pertenece, porque es de Kim, aunque ella no lo sepa, aunque yo mismo aún no lo sepa, sólo de ella… Por este motivo, confieso que (con la voluntad resquebrajada) salí del Café Habana y busqué a Kim entre la multitud: sólo a ella debemos tú y yo haber llegado al extremo de este camino que hoy no se bifurca, que no termina ni muere, porque es un camino que todavía no ha comenzado…
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2014. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.