Un viaje inicia cuando se sale a la puerta y se sabe libre. Ahí es donde comienza la nostalgia, cuando se mira hacia atrás y se descubre que la niña que fue, cruza los andenes del amor y del desasosiego. Ojos de lechuza desde sus breves poemas, nos dice que el tiempo transcurre y mientras estamos vivos, somos parte de ese todo que es la vida. Que volver la vista hacia esos recovecos de la infancia es regresar a esa parte olvidada de un tiempo vivo. También es la mirada de una mujer que busca guarecerse en mejores días, en un calor que le da color a la existencia.
Meterse en esos pequeños lagos que son los poemas de Ojos de lechuza, es rencontrarse y saber que transcurrimos, pero que ese discurrir en el espacio y el tiempo, sólo tiene sentido si vamos hacia el pasado y regresamos mucho más vivos, sin tanta muerte colgada a nuestro cuerpo.
Meterse en esos pequeños lagos que son los poemas de Ojos de lechuza, es rencontrarse y saber que transcurrimos, pero que ese discurrir en el espacio y el tiempo, sólo tiene sentido si vamos hacia el pasado y regresamos mucho más vivos, sin tanta muerte colgada a nuestro cuerpo.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2013. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.