En este libro, el autor intenta señalar los caminos que siguió la filosofía medieval hacia una hermenéutica analógica. La interpretación basada en la analogía estuvo presente en esta época del pensamiento y tuvo connotados exponentes, a quienes se atiende aquí: san Agustín, el Pseudo Dionisio, Juan Escoto Eriúgena, Rogerio Bacon, san Alberto Magno, san Buenaventura, santo Tomás de Aquino, Raymundo Lulio, el Maestro Eckhart y Nicolás de Cusa. Todos ellos desfilan por estas páginas y revelan su doctrina sobre el concepto de analogía insertado en la teoría de la interpretación. Son enseñanzas medievales que resultan benéficas para la hermenéutica filosófica de nuestros días. En efecto, una hermenéutica analógica nos dará una apertura interpretativa que no abandona la tensión hacia el respeto por el autor y su texto.