«La semidiosa a la que alude el titulo de su libro, Mujer que vuela, no puede ser otra que la de Oliverio Girondo, quien más bellamente canto a la mujer ligera. El vuelo como metáfora de la libertad en diversas direcciones: libertad de volar, en primer lugar, de la que se derivan la libertad de vivir, de amar y de crear.
Cazessús, prodiga, descarada, sublime, sabe que los tres actos confluyen en una misma actividad. El sexo es divino, pero por divino, contrario a lo que nos han hecho creer las religiones mayoritarias y misóginas, se prodiga: se vuelca y se revuelca; se enjuaga la poeta en divinidad; junto con la hipotética punta de la pluma. Se impregna hasta la medula, avariciosa. (…) Poesía rito.
Elizabeth Cazessús no restringe la escritura a la lectura oral: remienda entre líneas la íntima fórmula para ser leída por su propio cuerpo; acoplar este al temblor de su voz. Nadie sino ella podría leer estos poemas sin que la atmósfera de la poesía acuda rauda y la nimbe como a una virgen profana».
Lina Zerón
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2016. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.