No es un cuento clásico. El príncipe tiene que trabajar, no tiene castillo ni jardín, sólo macetas. Pero la princesa sí sueña con un príncipe de los de antes.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2014. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.