Como otros narradores de su generación, como la mejor de ellos, Carolina Luna no llora sobre las glorias pasadas ni solloza por la mediocridad presente y el caos futuro: los mira, los analiza y los expresa con una mezcla de dureza, simpatía y humor.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2015. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.