En una ciudad con desierto en el norte de México no hay mujeres. Ninguna. Ni una sola. Manuel junto a sus dos hijos, Victor y Gilberto, sobreviven suspendidos en un territorio sitiado por el límite de la frontera. Nadie sale y nadie entra.
En esta historia, la vida es absorbida por el desierto. El hambre y el deseo se juegan un mano a mano con la esperanza y la soledad. En Afuera, un padre espera a su esposa mientras cuida de sus hijos. Ellos velan por la vida de su padre. La añoranza es eterna y deja claro que el amor, no porque esté enterrado, deja de doler.
En esta historia, la vida es absorbida por el desierto. El hambre y el deseo se juegan un mano a mano con la esperanza y la soledad. En Afuera, un padre espera a su esposa mientras cuida de sus hijos. Ellos velan por la vida de su padre. La añoranza es eterna y deja claro que el amor, no porque esté enterrado, deja de doler.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2012. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.