Los personajes que habitan este libro cultivan la esperanza, que en la mayoría de los casos se convierte en frustración, en historias de vida donde parece que algo falta, que algo falla, que a pesar del tiempo y las ganas de transformar lo indeseable, la insatisfacción merodea como un recuerdo incómodo. Transcurren por vías sin fantasía, aunque no faltan las excepciones donde esa fantasía se vuelve una locura temporal y sufrida. Entre reencuentros, búsquedas, perversiones incestuosas solapadas, la narrativa de Estela Davis muestra una sobriedad, a pesar de sus guiños escatológicos. Hay una tristeza y una candidez en sus relatos, que son más grandes y encubren casi por completo el atrevimiento de usar aspectos, y palabras puramente regionales.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2011. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.