Cada poema de Gelman es un tejido orgánico donde el último
verso ilumina al primero, y el primero le confiere su densidad al último. En él
se multiplican las señales, las frases inconclusas, los silencios a modo de
síntesis, y una larga conversación consigo mismo, donde el hipócrita lector es
su hermano, pero no su cómplice.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2008. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.