Los libros no tienen fecha de caducidad, es verdad, pero nada asegura su supervivencia en el tiempo. Por eso celebro que Atrapadas en la escuela lleve veinte años de vida y le deseo muchos más.
Una docena de escritoras mexicanas pertenecientes a diferentes generaciones, con trayectorias y experiencias distintas, quisieron y supieron colocarse en la piel adolescente que ellas habitaron también, para compartir miradas del mundo alrededor de varios temas: el amor, el deseo, la ira, el aprendizaje, el miedo, la muerte.
Después de leer Atrapadas en la escuela se antoja compartir y hablar de temas entrañables o difíciles, en los que los jóvenes y sus padres o maestros encontrarán compañía y confrontación.