La joven periodista Olga Lavanderos está empeñada en descubrir qué hay detrás de los crímenes que investiga, para publicar sus hallazgos en el diario La Capital. Acompañada de un niño de cuatro años, que habla español como futbolista brasileño, y de su abuelo, prófugo durante cincuenta años tras huir con un barco repleto de petróleo el día de la expropiación petrolera, Olga desciende a los infiernos del DF. Su voluntad inquebrantable la lleva a jugarse la vida, con el único objetivo de encontrar la verdad y conseguir algo de justicia en una de las ciudades más corruptas del planeta. Con un sentido del humor hilarante y un ritmo excepcional, en Sintiendo que el campo de batalla... Y Pero tú sabes bien que todo es imposible, Paco Ignacio Taibo II rinde homenaje al periodismo, "la última pinche barrera que nos impide caer en la barbarie", a través de la periodista más entrañable de la narrativa policíaca mexicana.