Cuando la realidad asfixia, restan los sueños. Una tienda comercial adueñándose de cada resquicio de la ciudad, un pene en el cielo supliendo la ausencia del sol, bebés vietnamitas que caben en una cartera Gucci, niños ensamblables al gusto del cliente, un presidente faraónico, la verdadera historia de cómo casi se recupera el territorio mexicano cedido en el Tratado de Guadalupe Hidalgo, son algunas de las tantas producciones oníricas que integran esta obra. Recuerdos imposibles, quimeras inclasificables y pesadillas inspiradas en la vida cotidiana, ocupan las páginas de Convención onírica, cuya única misión es rescatar el lamento moderno, el canto desesperado, el quejido romántico, el cual no deja aún de resonar en estos callejones oscuros y sin salida que constituyen nuestro Mexicalpan de las Tunas.