¿Qué pasa si juntas al IMS (Instituto Mexicano del Sonido), o a Nortec (Bostich y Fussible) con la banda de la legendaria Princesa Donají? ¿Qué pasa si mezclas a George Orwell con las pesadillas de una cultura popular simétricamente rancia y fresca? ¿Qué pasa si un guajolote gigante te persigue?
Cartas consigue en Bilopayoo Funk un tránsito vertiginoso hacia temas existenciales que siguen perturbando el espírítu del hombre: el éxito, la libertad creativa, la marginación o la popularidad, el sentido de la identidad, a través de una prosa directa y que, sin densidades, se presenta antisolemne.
En esta novela, divertida, “leve” y ajustada hábilmente a la tradición ancestral de ciertas regiones de México, el autor se inscribe en las historias de iniciación donde un grupo de jóvenes redefine sus ilusiones perdidas en la última estación en que estarán rodeados de escuela, maestros, padres de familia y una cierta intuición de que “todo puede mejorar”.
No hay determinismo en estos personajes pero sí hay valor para conservar, hasta el final, los sueños que descubrieron mientras cantaban o escuchaban una canción honesta, de esas que nunca pasan de moda.