Los personajes que habitan esta novela son lectores o están en camino de serlo.
Lectores como yo, tú ella, ellos. Como nosotros. Cómplices en la mayor y más grande de todas la aventuras.
Julián ha luchado contra el aburrimiento de todas las
maneras posibles. Desde que le diagnosticaron hepatitis, ha recreado en su
cabeza conversaciones imaginarias entre ostras que no tienen nada que hacer, ha
buscado formas fantasiosas en las manchas de la pared, ha lanzado mocos al
aire. Pero es feliz porque no tiene que ir a la escuela. Y por nada del mundo
se acercará a los libros: no leerá, no escribirá reportes, no pensará en la
tarea. ¡Por supuesto que no!
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2015. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.