Este título de Severino Salazar se forma por un tríptico narrativo. Ficciones que provienen de situaciones históricas concretas y las alegorizan, no sin humor.
En 1989 y 1992, con argumentos tomados de los archivos de la Inquisición, Salazar publicó las dos primeras partes: “Llorar frente al espejo” y “La arquera loca”. Hay en ellas una magnífica reconstrucción arqueológica de época (segunda mitad del siglo XVI), un desbordante lirismo y un tácito homenaje a los aguerridos chichimecas que sirven al autor para plantear el problema de la libertad.
Por su parte, “La provincia de los santos” fue escrita cuando Salazar ya había publicado la mayor parte de su obra. Es una parodia del mundillo intelectual: el señor Obispo es el gran escritor de turno, los milagros son las novelas y los poemas; hay milagros femeninos y masculinos, lésbicos y gays. Los exégetas, los leones trepados en la melena del león, son los críticos literarios, ¿un mal necesario? En este libro se verá...