Los seis cuentos que integran este volumen son un laboratorio narrativo donde Severino Salazar puso a prueba sus ideas sobre la novela y lo novelesco. Son pequeñas obras maestras que tienen un aliento poderoso por su extensión. Su desarrollo de personajes, la potenciación del espacio, las consideraciones sobre la temporalidad de la larga duración y la simultaneidad de espacios y tiempo son rasgos constitutivos de sus exploraciones. La crítica saludó Las aguas derramadas como un libro fundamental en el panorama narrativo de los años ochenta; hoy sin dificultad puede considerarse entre los libros más complejos y ricos de la cuentística de fin de siglo xx.
Los seis cuentos que integran este volumen son un laboratorio narrativo donde Severino Salazar puso a prueba sus ideas sobre la novela y lo novelesco. Son pequeñas obras maestras que tienen un aliento poderoso por su extensión. Su desarrollo de personajes, la potenciación del espacio, las consideraciones sobre la temporalidad de la larga duración y la simultaneidad de espacios y tiempo son rasgos constitutivos de sus exploraciones.
La crítica saludó Las aguas derramadas como un libro fundamental en el panorama narrativo de los años ochenta; hoy sin dificultad puede considerarse entre los libros más complejos y ricos de la cuentística de fin de siglo XX.