El cuento costumbrista está de suerte. Noé Blancas Blancas -el primero en recibir el Premio José Agustín por «Necesitamos un policía» (1997)- regresa con un nuevo libro de cuentos cuya solvencia literaria le hace amorosa justicia al folclor guerrerense.
Las palabras cosechadas en Tierra Caliente le dan a la calamidad un lenguaje que nunca fue tan acogedor, y una forma precisa como para formular las paradojas de estos cinco relatos tocados por el providencial obsequio del desastre: el amor que separa, la muerte que otorga segundas oportunidades, la bondad que atiende a la tentación, el ajusticiamiento del inocente, la inasible esperanza.
Con estas aparentes contradicciones se sorprenderá el lector, y tal vez llegue a conceder el elogio de la relectura.