Las historias de Tiempos de Secas, con ser distintas e independientes, pertenecen a un solo mundo de asfixia y erosión. De agonía. Cada personaje presencia, suscita o protagoniza la extinción: la del pueblo, destruido por el Castigo de las Grietas; la de las mujeres, que mueren de amor por el Gran Candelario; la del medio hermano, apenas hombre de tierra, cuya sombra cuestiona la autoridad del alcalde. Atónitos y sudorosos, impotentes y sordomudos, huérfanos de vírgenes y de iglesia, cada uno renquea, se arrastra, entre el pedregal, sobre los tepetates, hasta la absoluta desecación.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2011. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.