Diminutas perlas líricas producto de la contemplación son éstas que gota a gota nos ofrece Silvia Castro en Otra vez la lluvia. El motivo es uno y es obvio, pero la manera en que filtra y decanta las sensaciones que librea sólo puede venir del surtidor efervescente de la memoria.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2012. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.