«Fue una idea nada más. Una broma sin sentido narrada en una fiesta. Un chico en Hermosillo es familiar de Franz Kafka. La premisa se apoderó de mí desde entonces… Fui escarbando durante años. Y encontré a los verdaderos familiares de Kafka en México. Afortunadamente tuve contacto con ellos. Lo que inició como una mentira, se convirtió en algo real», dice Franco Félix en la crónica que da título a este volumen.
En “El origen del autismo” confiesa: «Soy investigador de medio tiempo. No podemos decir que presto los servicios de un detective regular, televisivo, taquillero, espectacular. Sólo busco pistas, sigo gente, hago anotaciones en mi libreta. No cobro. Trato de tener una vida extraordinaria con base en los demás… Exprimiendo las historias que tienen para mí».
Y en “Vacaciones en el Borda”: «Trataba de resolver uno de mis casos preferidos: los que a nadie le interesan, los perdidos»: el hallazgo de un cuerpo momificado en el Borda, el conocido manicomio argentino, a cuyas entrañas se metió para indagar.
La seriedad lúdica con que fueron escritas estas tres magníficas piezas nos provoca mudas carcajadas, risas extrañas que brotan del asombro.
Franco Félix colaboró en Lados B 2012, entre 2014 y 2015 ganó tres premios literarios, incluido uno por este libro. Investiguémoslo ahora a él.