Regresar al origen del Universo, o pasear por los vericuetos de un cuento chino, es fascinante. Edgar Escobedo Quijano, en las páginas de este breve libro de fabulaciones, lo logra. Criaturas vitralizadas, sinfonía imaginativa de imposibles posibles, nos posibilita para jugar en los trapecios de todos los espejismos.
No hay duda que el origen de la realidad, cualquier realidad, no únicamente la literaria, tiene como principio básico la fantasía.
La verdad integral siempre nos parecerá una gran mentira. Las más grandes mentiras, no pocas veces, resultan verdades.
En estos textos, Escobedo Quijano, joven escritor e ilusionista del verbo, visualiza “el epicentro de la luz”, donde los trabajos el Creador se consuman y el descanso es luz edénicamente ociosa. El origen del universo es a la vez su fin, y entre el principio y el fin bien vale la emoción de recorrer a pie un cuento chino. La vida es un cuento chino, pero también podría ser una alegoría árabe o una vacilada mexicana. El dragón oriental, disfrazado de científico, diseña y mata, hoy, a Occidente. Indagar en la simbología de un viejo cuento chino, con la mente abierta, puede llevarnos a la revelación.
Creo que en Criaturas vitralizadas Edgar Escobedo Quijano se nos revela como un hechizante narrador, a la vez que nos descubre el mito de la luz en su batalla constante contra las sombras.
Juan Cervera
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1994. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.