Desde 2008, Santiago Solís tiene una carpeta en el escritorio de su computadora llamada “Mascaritas" en la que colecciona caras y gestos de personas conocidas y desconocidas. Sin orden de relevancia ni de afecto este libro registra 365 rostros dibujados día a día en 2012 desde esa carpeta. De algunos evocó santo y seña, de otros más su cara le resultó interesante, extraña, singular, lo suficiente para coleccionarla. Sírvase de tomar asiento y disfrutar a su gusto y a su modo un placer y una tortura para los que dibujan: el dulce bocado de la imagen terminada y el dolor por volver a empezar una nueva.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2015. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.