Refiriéndose al hecho de que su padre, Manuel Díaz Mirón, tuviera que cerrar su periódico El Financiero, Salvador, el gran poeta veracruzano, dijo que cultivar letras era menos productivo que cultivar coles. Manuel Sol, con el presente libro, pretende “dar una idea precisa de la importancia y carácter de la obra de Manuel Díaz Mirón dentro del romanticismo mexicano y, en particular, de la literatura veracruzana. Se trata de una recopilación de su obra en verso, dispersa en revistas, periódicos y antologías del siglo xix. Manuel Díaz Mirón tuvo una vida quizás tan agitada como su hijo. Murió mientras Salvador estaba en la cárcel. La muerte del padre motivó en Salvador estas líneas: “Mi pobre padre cultivó el desierto. / ¡Era un hombre de bien, un sabio artista, / y de vergüenza y de pesar ha muerto!”