Como si se tratara del movimiento incesante y majestuoso de las olas del mar —eterno y nuevo al mismo tiempo—, este libro de Juan Gelman, al igual que el anterior, arrastra al lector hasta las orillas inaugurales de su producción poética. El musical y emblemático título proviene de uno de los versos de su poemario Cólera buey: "Celebrando su máquina/el emperrado corazón amora/como si no le dieran de través/de atrásalante en su porfía".
El dolor y el amor, la voz que exorciza el silencio, la mujer y la poesía, la vida y la muerte, la casa y el latido de los corazones que la habitan, el imparabe correr del tiempo, el desamparo y los sueños, la naturaleza y la ciudad, los sacrificios y las transgresiones, el vino y la lengua, la desepseración y la esperanza son parte de la médula de estos bellísimos poemas. y en ellos, el poeta convoca su mundo familiar, y ese otro mundo que está poblado de otros versos y de un par de interlocutores especiales, entre los que se encuentra Stéphane Mallarmé, Juan L. Ortiz y Alí Chumacero.
Libro tras libro, Gelman redescubre y da brillo a las palabras, haciendo gala de su solvencia y profundidad poética y de una constante actitud indócil frente al lenguaje.su escritura interpela la realidad, multiplica los atajos hacia la búsqueda del sentido y arroja luz sobre un mundo caótico y opaco.