Cuando la tierra creada por los dioses vivía sumergida en la penumbra, hombres y animales se reunieron para urdir un plan que les brindaría luz y calor. Pero enfrentarse a los celosos guardianes del fuego no sería tarea fácil, y el elegido tendría que ser sutil y sagaz, y debería estar dispuesto a vivir por siempre al margen, casi invisible.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2014. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.