Zepeda nunca se vale del patetismo fortuito para crear sus personajes: los dibuja con sorprendente rapidez para luego impartirles el soplo de la vida a partir del cual cobran una autonomía convincente. Además, no importa cuán pesado sea el asunto que se está tratando, el lenguaje y las técnicas literarias de Zepeda casi siempre terminan por efervescer y aligerar el ambiente, prestando así la mayor libertad posible al fluir de la narración y a las acciones de los personajes. Su mayor distintivo: ...el feliz manejo del elemento humorístico.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2000. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.