No sé si El misterio de la Marca es una novela histórica, o una novela de misterio, o una novela negra, o una novela costumbrista con una embarradita de realismo mágico, o una crónica ficcionalizada, o un cuento largo, o muchos cuentos entrecruzados. Esta obra carece por completo de género. Es todo lo anterior a la vez, pero también tiene un guiño historiográfico. Amaury es un escritor que lee más de lo que escribe (y no sólo lee literatura) y se nota: no porque use un lenguaje pomposo o porque utilice muchas referencias eruditas; sino al contrario, porque la trama esta tejida de una gran humildad, con madurez, con mesura. Llama la atención el papel que desempeña la noción de "marca" en cauda uno de los relatos y como eje integrador de la trama general de la novela: la marca como rótulo, la marca como criptograma, la marca como cicatriz, la marca como evidencia forense, la marca como contraseña, la marca como impronta, la marca como vestigio de un acontecimiento del pasado. Para el historiador, la marca es un indicio de algo que ya no esta ahí - una representación. Por lo tanto, encierra un misterio que hay que desentrañar y que solamente se explica al ser narrado. El misterio del Consincara, el virtuosismo y la desgracia de Viruete, el lance del Chueco Fuentes y el Torvo Rico, la candidez heroica de los conspiradores, los avatares filipinos de Camilia Castelo y Lorenzo de la Parra, son relatos concatenados que abren y cierran en precuelas y secuelas, a partir de la misma marca.