Entre el humor y la poesía transcurre esta novela corta hecha de fragmentos de amor, religiosidad, lujuria y muerte. No hay pecados, no hay transgresiones al espíritu; hay una conciencia suave de que el cuerpo es materia y es voz, y necesita de otros para vivir. Leer lo que aquí se cuenta es entrar a una iglesia de peculiares ritos y mirar la fe de los que ahí se encuentran, sin ojos fanáticos.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2014. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.