Fogata con tres piedras está compuesto por tres estancias: "La casa sola" es una intensa elegía a la muerte de su madre, fechada en 1998; "Toniná: Una mirada hacia los cuatro rumbos", que data de 2001, es un canto épico que celebra el esplendoroso pasado de su tierra natal en el valle de Ocosingo, y "Wawona Tree", escrito en los últimos días del año 2000, en Yosemite Valley, expresa el asombro ante las descomunales y milenarias secoyas del valle de California. Como en sus libros anteriores, en éste Efraín Bartolomé es pródigo con el lector: lo que goza y lo que sufre, lo que aprehende con todos los sentidos lo transforma en poesía que comparte con el que lee, por medio de generosas intensidades. "La casa sola" es uno de los momentos más agudamente dolorosos de la poesía de Bartolomé, sólo comparable a Cuadernos contra el ángel (1987), otra gran elegía dentro de su obra. Este extenso poema conoció una bellísima edición especial de corto tiraje, en Tuxtla, el 14 de julio de 1999 (fecha del primer aniversario del fallecimiento de doña Celina Rodríguez de Bartolomé), publicado amorosamente por León de la Rosa Editores, con ilustraciones de Balam. Este primer tercio de Fogata con tres piedras canta, con un llanto contenido, el dolor de la muerte: "De dos en dos las dulces campanadas/ bajo el cielo del valle/ Doblan por ti madre y hacen temblar el aire/ y encienden el dolor/ y asustan las palomas del viejo campanario/ y espantan las parvadas de oscuras codornices/ en mi desordenado corazón. "En otro momento del poema, el hijo habla con su madre muerta y le dice: "Aquí hemos estado nueve días/ recuperando fuerzas./ Nueve días en grupo/ para empezar a habituarnos a tu ausencia./ Pero ahora el grupo se dispersa:/ todos los días que siguen/ corren por nuestra cuenta. "Poema compuesto por múltiples instantes de profunda intensidad, "La casa sola" es crónica del dolor y testimonio de los días aciagos: "Mi madre ha muerto. Lo escuché en la esquina/ cuando llegaba al pueblo en el ocaso./ Y lo repite cada martillazo,/ cada golpe de lluvia repentina./ Escribiré en su tumba con buen trazo: Arde el amor aquí: doña Celina. "La parte central de Fogata con tres piedras corresponde al extenso poema "Toniná: Una mirada hacia los cuatro rumbos", en donde la poesía de Bartolomé se despliega invicta al igual que el mito sagrado al que rinde tributo.