El semáforo enloquece; los bancos cierran y se van.
Se respira un aire a día húmedo en leche tibia.
El frío aguarda en los puertos.
Lo moderno besa la frente del orden y la felicidad.
Los parroquianos suman horas a su cuenta.
El Lontananza duerme, la ciudad despierta.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2015. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.
