Ángela sabe que el miedo está debajo de su cama. Desde ahí escucha las discusiones de sus padres, y teme que su familia quede rota y descosida. Mientras Ángela se refugia en un lugar maravilloso de su imaginación, Rosa, su nueva amiga, y Ruy, el chico que le gusta, le muestran que no hay que ir hasta Saturno para que los días sean perfectos.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2004. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.